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Hijo de Don Antonio Daza Camargo y Doña Elisa Álvarez Canal, este Aviador Militar nació en Pamplona, Norte de Santander, el 25 de Junio de 1898. Estudió en el Colegio de San Bartolomé de la Merced en Bogotá, donde no permaneció por mucho tiempo, pues su padre decidió viajar y radicarse en Barcelona, España, donde estudió por cinco años en la Escuela Industrial de Tarrasa. Durante su estancia en la Península Ibérica se enteró que el ingeniero piloto Salvador Hedilla y el Constructor de pequeños automóviles David Armanguer, habían iniciado la construcción de un avión, suceso que despertó gran interés en Camilo Daza por convertirse en aviador.

Con el anhelo de hacer parte de este importante proyecto, el joven colombiano puso a disposición de los constructores sus conocimientos en mecánica, en técnicas de fundición y su experiencia como operador de maquinaria; hecho que fue acogido como un buen gesto por parte de los científicos que apreciaron la buena voluntad y el inminente deseo de volar del joven aprendiz, quién durante un largo periodo se tuvo que conformar con tan sólo carretear dicho aparato volante.

Fue así, como Camilo Daza dio sus primeros pasos hacia la adaptación y el aprendizaje del vuelo. Sus padres, al observar la pasión que profesaba por la aviación, comenzaron a temer lo peor, pues para la época la actividad del vuelo era considerada una práctica riesgosa que en muchos casos conducía a la muerte. Debido a la insistencia y persistencia del joven Camilo, Don Antonio decidió enviarlo a Nueva York en enero de 1918, para que estudiara Ingeniería Mecánica y de una vez por todas olvidará su capricho de volar.

Pero su vocación por el vuelo y sus permanentes deseos de convertirse en piloto fueron más fuertes, por tal razón al llegar a Estados Unidos, Camilo escribió una carta a su padre manifestándole que “Yo no puedo vivir sin ser aviador. Definitivamente no sirvo para otra cosa. Aquí la ciencia de volar se ha desarrollado mucho y pienso que el único porvenir de los transportes en Colombia es el aeroplano. Pronto ingresaré a la Escuela Curtiss, donde no solamente uno aprende a volar sino también a reparar y construir aviones”.

Paralelo al desarrollo de sus estudios, buscó trabajos temporales que le permitieran ahorrar dinero para pagar su curso de aviación; de modo que desempeñó en otros oficios como camarero, boxeador, panadero y mecánico. También trabajó en fábricas de botones y lámparas, pues su sueño requería de 360 dólares para cancelar la matrícula y 70 dólares para pagar cada hora de vuelo, ello sin contar los seguros y otros gastos en la Escuela de Aviación Curtiss en Miami. Su enorme esfuerzo se vio recompensado el 20 de Marzo de 1919, cuando se graduó como aviador y mecánico aeronáutico.

De regreso a Colombia, con apenas veintidós años y con muchas ilusiones por cumplir, creó la Sociedad Norte Santandereana de Aviación a fin de sobrepasar las barreras naturales que imponía la topografía de la región y comunicar los territorios nacionales a través de la aviación. El primer vuelo de la compañía lo realizó junto al Doctor Benito Hernández Bustos, quien posteriormente se convertiría en Ministro de Guerra.

Con el ideal de ampliar los equipos de vuelo de su compañía de aviación, se desplazó hasta Barcelona, España, para adquirir un Caudrón G-3 de fabricación francesa. Con esta aeronave realizó vuelos turísticos por Colombia y tres años más tarde, el 16 de marzo de 1922, decidió viajar desde el centro del país hasta Pamplona; este vuelo fue un verdadero evento de carácter nacional que terminó por convertirse en un accidente aéreo, ya que los pobladores se agolparon en la plaza central que estaba dispuesta como pista de aterrizaje e impidieron la aproximación del avión.

En 1924 decidió modificar su rutina de vuelos de transporte de pasajeros durante el día para implementar en la noche el transporte de correspondencia a distintos lugares del país, con el firme objetivo de ampliar las capacidades que ofrecía la aviación para comunicar y unir el territorio nacional. El 18 de marzo del mismo año, arribó por primera vez a Bogotá en su biplano “Bolívar” para hacer una demostración aérea. Cuando se realizó la reapertura de la Escuela de Aviación Militar el 8 de Noviembre en Madrid, Cundinamarca, fue vinculado en calidad de piloto y mecánico a la naciente Fuerza Aérea Colombiana por el Jefe de la Misión Suiza, el entonces Teniente Henry Pillichody.

Contrajo matrimonio con doña Genoveva Mujica Velázquez el 27 de noviembre de 1926, unión de la cual nacieron cinco hijos: Álvaro, Gloria, María de la Concepción, Luis Eduardo y Cecilia. Posteriormente fue trasladado a la Escuela Militar de Cadetes "José María Córdoba" donde se desempeñó como Jefe de Servicio Técnico. El 15 de Diciembre de 1927 fue ascendido el grado de Subteniente y posteriormente asignado como instructor de vuelo de la Escuela de Aviación Militar.

El 27 de marzo de 1928 efectuó el primer vuelo de un avión militar entre la Base Aérea de Madrid y la floreciente ciudad de Villavicencio, en los Llanos Orientales. El 26 de Febrero de 1929 fue enviado en comisión de estudios a Barcelona, para capacitarse en temas aeronáuticos. El 19 de Julio del mismo año le fueron otorgados los títulos de Aviador Internacional y Piloto de Primera Categoría. Posteriormente regresó a Colombia y fue asignado a la Base Aérea de Madrid.

El 5 de Marzo de 1931 realizó un vuelo de importancia nacional en escuadrilla de tres aviones, con sus compañeros Andrés M. Díaz y Luis F. Gómez Niño; travesía aérea que recorrió el nororiente colombiano hasta llegar a la ciudad de Bogotá y tuvo como principal objetivo poner a prueba la experiencia de los pilotos y las capacidades de las aeronaves.

Ascendió al grado de Capitán el 30 de junio de 1932, fecha que fue trascendental para Camilo Daza, pues coincidió con el comienzo del conflicto Amazónico, suceso histórico que despertó en él los más elevados sentimientos patrios, puestos de manifiesto en la donación de sus medallas, arras matrimoniales para el esfuerzo de guerra y su absoluta disposición para defender los intereses del Estado colombiano. Antes y durante el desarrollo del Conflicto, tuvo la inmensa responsabilidad de realizar misiones para la apertura de rutas aéreas, reconocimiento aéreo, transporte de personal, armamento, equipos de comunicación, correo aéreo y demás material logístico clave para hacer frente a las exigencias del conflicto.

Cabe mencionar que los vuelos de aquella época tenían un elevado grado de riesgo dadas las condiciones meteorológicas, la carencia de pistas de aterrizaje, el desconocimiento del territorio, la falta de comunicaciones, las extensas distancias y el poco material logístico. Pese a todas estas circunstancias, las operaciones militares fueron exitosas y permitieron superar las dificultades geográficas y logísticas para alcanzar la victoria.

Al finalizar el conflicto con Perú en 1933 y recibir reconocimiento por parte del Gobierno Nacional, regresó a Madrid en calidad de comandante de la Base Aérea, donde escribió y publicó el libro titulado "Rumbo y Distancia", en el cual describe sus anécdotas y experiencias como aviador. El 17 de agosto de 1935 fue ascendido al grado de Mayor y el 27 de Abril de 1936 después de cumplir decorosamente con su deber, solicitó a la Fuerza Aérea Colombiana su retiro del servicio activo para dedicarse a la aviación comercial.

Trabajó en la Sociedad Colombo Alemana de Transporte Aéreo, SCADTA, como representante de la aerolínea en las ciudades de Bucaramanga y Villavicencio. En 1937 fundó Aerovías Ramales de Colombia, ARCO, la cual tuvo como principal objetivo prestar el servicio de taxi aéreo para comunicar las regiones más apartadas del sur del país. En 1940 creó la escuela de aviación ABC en Girardot, Cundinamarca, para la formación de las futuras generaciones de aviadores.

El 30 de Octubre de 1942 fue llamado nuevamente por el Ministerio de Guerra para reincorporarse al servicio activo, siendo designado como Jefe de la Sección Técnica de la Dirección General de Aviación, cargo que ocupó hasta el 15 de Junio del siguiente año. El 13 de marzo de 1943, durante una exhibición de paracaidismo en la Base Aérea de Madrid, realizó un vuelo en planeador y registró una nueva marca de altura sobre Bogotá.

Entre el 16 de agosto y 3 de Septiembre de 1944 integró la comisión que viajó a la Base Aérea Kelly en San Antonio, Texas para traer al país el nuevo avión presidencial Skytrain C-47, FAC-660. El 30 de septiembre del mismo año fue ascendido por Decreto 2343 al grado de Teniente Coronel.

El 6 de Julio de 1945, el ministro de Guerra le expidió la Licencia de Piloto de Línea de Transporte Aéreo de primera clase. El 1º de Septiembre del mismo año mediante Resolución 1622, fue nombrado para adelantar estudios sobre redes aéreas, aeródromos e instalaciones aéreas en la región de los Llanos Orientales con el propósito de fortalecer la aviación en el Sur del país.

El 15 de mayo de 1946 puso punto final a su carrera militar y pidió su retiro del servicio activo para vincularse a la empresa Vías Aéreas Colombianas, VIARCO, y posteriormente a Líneas Aéreas Nacionales, LANSA, entidades donde aportó todo su conocimiento y experiencia en el transporte aéreo de pasajeros y carga.

El 23 de marzo de 1954, el Gobierno Nacional le otorgó la Cruz del Mérito Aeronáutico Antonio Ricaurte, hoy Cruz de la Fuerza Aérea al Mérito Aeronáutico, en la categoría de Comendador. El 10 de Marzo de 1954, a los 58 años de edad, inició curso como piloto de helicóptero en Melgar, Tolima y recibió su licencia de vuelo el 20 de Julio 1956. Un año más tarde fue nombrado como Director Técnico de la construcción del Aeropuerto Internacional “Eldorado” de Bogotá, el cual se convertiría en el aeródromo más importante del país por su posición estratégica, flujo de pasajeros y alto tráfico aéreo.

En 1961, realizó un vuelo como invitado de honor del Comandante de la Escuadrilla Acrobática “Thunderbirds” de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos, donde rompió la barrera del sonido, por lo cual se le otorgó el distintivo de vuelo supersónico.

En 1962, la Fuerza Aérea Colombiana le brindó un merecido homenaje al bautizar con su nombre al Comando Aéreo de Transporte Militar, CATAM, casa de los aviones de transporte. Tres años más tarde su situación de salud lo obligó a retirarse de toda actividad de vuelo. El 21 de Diciembre de 1973 el Presidente de la República Misael Pastrana Borrero, le impuso la Cruz de Boyacá en el grado de Gran Oficial y le confirió el grado Honorario de Brigadier General.

El 16 de Marzo de 1973, el Gobierno Nacional creó la condecoración “Cruz del Mérito Aeronáutico Civil”, en honor a Camilo Daza por sus innumerables aportes al desarrollo de la aviación militar y civil en Colombia, hecho que exhorta a las nuevas generaciones de pilotos a propender por el crecimiento aeronáutico del país.

Dentro de las aeronaves que operó se encuentran las siguientes: Wild X, Fledgling J-2, Fairchild 22, Junkers Ju-52, Junkers K-43 y Skytrain C-47. Su hoja de servicios registra que entre 1927 y 1935 efectuó más 2300 horas de vuelo, 3000 vuelos y 1925 aterrizajes.

Falleció el 18 de Marzo de 1975 a los 77 años de edad, después de haber entregado su vida al desarrollo de la aviación en Colombia. Ese día cerró sus alas, no sin antes dejar un profundo sentimiento de tristeza en su familia y en los integrantes de la Fuerza Aérea Colombiana, que lo recuerdan con cariño y profunda admiración.

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El Museo de la  Fuerza Aeroespacial Colombiana estudia, divulga, recupera y conserva el patrimonio histórico y tecnológico aeronáutico colombiano, contribuyendo a la cultura nacional, fomentando valores sociales como el respeto, el reconocimiento cultural e histórico y el amor patrio, incentivando también a la investigación y al desarrollo aeronáutico en Colombia.

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